Aquí dejamos este humilde legado: sus miradas variadas, el viento de sus carreras, la paz de una caricia, sus cortos e insistentes vuelos…

Aquí queda una imagen o unos versos para que, si pudieras, vieses en ello pétalos blancos del almendro en flor, vencejos hábiles del paisaje.

Pocas cosas más para el edificio que intentamos este instante.

CARICIA CONTINUADA




CARICIA CONTINUADA

Sí, mucha caricia continuada
que abra un hueco,
como máquina perforadora,
aventajada y moderna,
que busca la luz en la insistencia

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