Aquí dejamos este humilde legado: sus miradas variadas, el viento de sus carreras, la paz de una caricia, sus cortos e insistentes vuelos…

Aquí queda una imagen o unos versos para que, si pudieras, vieses en ello pétalos blancos del almendro en flor, vencejos hábiles del paisaje.

Pocas cosas más para el edificio que intentamos este instante.

OLVIDOS




OLVIDOS

Ojos dulces donde el aire penetra:
su caudal de tristeza
me lleva a adorarlos;
magnificar su altura.
También los míos
se ponen así
cuando un suceso
oxida mi ternura
y brotan los olvidos.

SUEÑO


                                                            
     SUEÑO

No podré coger
tus alas frágiles.
Sólo soplaré suavemente
y, tú, con vuelo beodo,
ilustrarás el paisaje
para que todo guarde cierto equilibrio.


ALAS


ALAS

Que el aire diversifique tu vuelo:
águila, paloma, golondrina.
Si levanto la mirada,
no encuentro cielo más bello.
Verte planear angosta
mi frágil equilibrio

HUECOS

HUECOS

He querido llenar los huecos
con argamasa, aljez, caricias.
Tomar andamios y ascender
hasta el último ladrillo
de la torre mudéjar
(casi muda, sin campanas).
Restaurar, con palabras y actitudes,
la nave central de su mirada.
La fotografía dará testimonio
de esta obra y mis huecos.

CARICIA CONTINUADA




CARICIA CONTINUADA

Sí, mucha caricia continuada
que abra un hueco,
como máquina perforadora,
aventajada y moderna,
que busca la luz en la insistencia

SIEMPRE DICES COSAS

SIEMPRE DICES COSAS

Ese silencio dulce,
el tocar y lanzar las cosas
que ya alcanzas,
la voz única de tus ojos…
Aceptamos tus fugas de adolescente diciéndonos:
 escogerá su instante para el regreso.
Ese silencio dulce,
 como fruta madura en el árbol.

FLOR SIEMPRE

FLOR SIEMPRE

Caemos en su encanto
Dormidos y tiernos: alegres.

Él ríe con sus delicados gestos..
Ríe cuando te acercas
y dejas que su risa se alargue
en tus ojos lluviosos y ciertos.